• En casa de un labrador

    vivían Blas y Lorenza:

    se profesaban amor;

    pero él tenía vergüenza

    y ella tenía rubor.

    A la aurora en el corral

    se encontraron en camisa.

    El encuentro fue casual:

    cubrióse ella a toda prisa

    la cosa con el pañal.

    Turbado Blas desde luego

    se remanga el camisón,

    y de...