• Cierta joven soltera,

    de quien un oficial era el amante,

    pensaba a cada instante

    cómo con su galán dormir pudiera,

    porque una vieja tía

    gozar de sus amores la impedía.

    Discurrió al fin meter al penitente

    en su casa, y, fingiendo que la daba

    un cólico bilioso de repente,

    hizo a la vieja, que cegata estaba,

    que un colchón...