• Espléndida rosa de mágico prado
    que entreabre sus hojas al sol del amor,
    eso eres, Anita. Yo soy, a tu lado,
    la espina en la rosa, la nube en el sol.

    Dejé mis riberas, mi nido de palma,
    colgado de un árbol dejé mi rabel;
    tendí en el espacio las alas de mi alma
    y llego y murmuro mi nombre a tus pies.

    Es flor de los cielos la pálida estrella,...