• I

    Es un monstruo que me turba. Ojo glauco y enemigo,
    como el vidrio de una rada con hondura que, por poca,
    amenaza los bajeles con las unas de la roca.
    La nariz resulta grácil y asemejase a un gran higo.

    La guedeja blonda y cruda y sujeta, como el trigo
    en el haz. Fresca y brillante y rojísima la boca,
    en su trazo enorme y burdo y en su risa eterna y...