• Muda a mis ruegos, impasible y fría,
    en el sofá de rojo terciopelo
    un pálido jazmín hecho de hielo
    tu enigmático rostro parecía.

    La hostia solar, en roja eucaristía,
    se ocultaba en el mar; y, al dulce cielo,
    el divino Chopin su desconsuelo
    en un sollozo trémulo decía.

    Y cuando, por oír esa palabra
    que eternos lutos o venturas labra,...