No sé a cuál crea de los dos,
Viéndoos, Ana, cual os veis:
Si vos la muerte traéis,
O si os trae la muerte a vos.
Queredme la muerte dar
Por que mis males remate:
Que en mí tiene hambre que mate
Y en vos no hay ya qué matar.
No sé a cuál crea de los dos,
Viéndoos, Ana, cual os veis:
Si vos la muerte traéis,
O si os trae la muerte a vos.
Queredme la muerte dar
Por que mis males remate:
Que en mí tiene hambre que mate
Y en vos no hay ya qué matar.
Esta calle vieja
de viejas paredes
de aire viejo y triste
de muros y musgos.
Calle amarga
donde es triste vernos
vestidos de fantasmas
donde todo es triste
porque fue
y no ha sido.
Porque ya ha pasado
y porque el tiempo es triste.
La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.
Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.
Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus...
Tenía cierta vieja de costumbre,
al meterse en la cama,
arrimarse en cuclillas a la lumbre,
en camisa, las manos a la llama.
En este breve rato,
le hacía un manso gato
dos mil caricias tiernas:
pasaba y repasaba entre sus piernas.
Y como en tales casos la enarbola,
tocaba en cierta parte con la cola.
Y la vieja cuitada
...