• A un tiempo, cual sueño
    que halaga y asombra,
    de los robles las hojas caían,
    del saúco brotaban las hojas.

    Primavera y otoño sin tregua
    turnan siempre templando la atmósfera,
    sin dejar que no hiele el invierno,
    ni agote el estío
    las ramas frondosas.

    ¡Y así siempre! en la tierra risueña,
    fecunda y hermosa,
    ...