• Estando no descuidado
    del rebato venidero,
    mas a guisa de guerrero
    siempre medio salteado,
    oí tocar atabales,
    tamboriles e trompetas;
    a la hora mis secretas
    pasiones muy desiguales
    miedos me ponen mortales.

    Con una grand turbación
    de los sones tanto fieros,
    que los daños venideros,
    temelos el coraçón,
    a grand priesa...