• I

       La ráfaga lasciva
    jugaba con las velas de la nave
    de altivo porte y de cortante prora,
       que en la tarde serena
    dejó la playa que con dulces lazos
       la retuvo cautiva,
    y que le tiende los amantes brazos
    que rechaza la amante fugitiva.

       Era la hora
    en que la...