EN EL ÁLBUM DE MI MADRE
Siempre ¡patria! repites, madre mía,
¡cuánto quema la arena del Brasil!
Siempre lloras, y en cruel melancolía
caen las hojas de un mágico pensil.
Siempre os miro del sol en el ocaso
contemplando su pálido fulgor;
siempre os miro siguiendo paso a paso
del crepúsculo incierto el resplandor.
Dime, dime: ¿en la patria...