• Es para llorar que buscamos nuestros ojos
    Para sostener nuestras lágrimas allá arriba
    En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas

    Es para llorar que apuntamos los fusiles sobre el día
    Y sobre nuestra memoria de carne
    Es para llorar que apreciamos nuestros huesos
    y a la muerte sentada junto a la novia
    Escondemos nuestra voz de todas las noches
    ...