Nos volvemos a ver, amada de otros días,
casualmente: la vida tiene sus ironías
y nos une, un instante, para que recordemos
nuestras horas de abril que perdidas tenemos.
Tal vez ni me conoces: el tiempo ha transcurrido
tan veloz (la mujer es propensa al olvido)
y quizás ni recuerdes dónde estuvo alojado
tu corazón, por nuevos huéspedes ocupado.