• Señor, en mí me busco y no me encuentro...
    ¿Dónde la claridad del nuevo día
    cuya luz inmortal fulgura dentro
    del corazón sin pena ni alegría?

    Tú eres la paz, y yo soy la contienda;
    tú eres la luz, la noche va conmigo...
    Mis ojos, ciegos por la negra venda,
    no distinguen amigo ni enemigo...

    ¡Pero una voz en mi interior te nombra
    y...