¿Quién eres tú, celeste criatura,
que descansas el vuelo
sobre la cárcel del linaje humano,
para abrir una fuente de ternura
y una puerta del cielo
donde se posa tu bendita mano?
¿Quién eres tú, que oras
junto al desierto lecho del que expira?
¿quien eres tú, que lloras
por la desgracia ajena?
¿quién eres tú, que arrulla y quien...