• Aquí en Montevideo,
    albas madrugadas del mundo
    soñó mi corazón, ¡pobre andarín nocturno!
    Muchachas de los puertos,
    marineros borrachos, desde aquí
    cáliz fué mi pecho de vuestro vino amargo.
    Hermanos tristes,
    yo he visto la Luna hacernos muecas
    mientras la última estrella de la noche
    azul y lejana se perdía...

    Noche negra.
    Como...