• Vuelve a mí la odorífera corola
    y acoge la oblación de mis gorjeos,
    ¡oh tú, la rosa mística, la sola
    flor viva del jardín de mis deseos!

    Tu esencia, en que mi anhelo se sacia,
    es tu cáliz nítido, que adoro,
    gota de miel en ánfora de gracia,
    grano de mirra en incensario de oro.

    A ti van los suspiros y las quejas
    del nostálgico mal que me...