• Todos duermen, y en el campo
    reina silenciosa calma,
    y sólo a intervalos muge,
    cuando del desierto avanza,
    el viento, a estrellar su furia
    en la sierra ecuatoriana;
    sobrecogida, despierta
    la selva, crujen las ramas
    y, cual si sintieran miedo,
    unas con otras se abrazan.

    Insomne y meditabundo,
    acodado a una ventana,
    desde...