• Noche de cabaret, fiebre de tango,
    noche de divino aturdimiento;
    voluptuosa embriaguez en el momento
    del beso, a la mujer bañada en fango.

    Aire de lupanar, suprema calma
    en los brazos piadosos de Afrodita,
    olvidando un instante a la maldita
    vida angustiosa, que nos roe el alma.

    Acércate a mi lado, almita buena,
    junta tus labios a los míos...