• Marcho día y noche
    como un parque desolado.
    Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;
    miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;
    miro el campo herido a grandes gritos,
    y el sol en medio del viento.

    Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
    paso la mano sobre el lomo del viento;
    los vientos, que pasan como las semanas;
    ...