• Apenas el billete
    recibas, Carlos, de tu amante Adela,
    incansable jinete,
    clava la aguda espuela
    a tu caballo y a mis brazos vuela.
    Siglos me son las horas,
    de tu lado distante; considera
    que, si venir demoras,
    de congoja tan fiera
    es fuerza, es fuerza que tu Adela muera.
    Que enferma estoy de muerte,
    y mi remedio el físico no...

  • ¡Qué dulces pasan los días
    a tu lado, Magdalena!
    quién consolará mi pena,
    ¿cuando tú no estés aquí?
    Prométeme no olvidarme
    en tierra alguna lejana,
    que yo te prometo, hermana,
    nunca olvidarme de ti.
    Si alguna vez me olvidaras,
    el dolor me mataría,
    y sin tu amor, alma mía,
    No podría vivir, no:
    En ta amor está mi vida,...

  • A ti mi canto ahora,
    arco inmenso de paz, ansioso grita
    el ala voladora:
    del palacio de Dios, la fantasía
    te finge la magnífica portada,
    de perlas fabricada
    y de varia chispeante pedrería:
    por ella a socorrer del afligido
    el humilde gemido
    al suelo baja celestial querube;
    y abre a los cielos venturosa entrada
    al alma justa que,...

  • ¿Y será acaso que la patria nuestra
    se humille al ceño de la España altiva,
    y amedrentada, sin rubor suscriba
    su eterna infamia con su propia diestra?
    ¿Y que, cuando ella recibió el agravio
    del universo atónito a los ojos,
    ante España poniéndose de hinojos,
    perdón le pida con humilde labio?
    ¡Oh del Perú Congreso soberano!
    Para tu triste...

  • ¿Y a los mismos que ayer de grave yugo
    libertaron la patria, hoy de las leyes
    la augusta voz enmudeciendo, plugo
    darte un poder mayor que el de los reyes?
    El más audaz espíritu vacila
    entre uno y otro parecer opuesto,
    viendo que empuñas el poder de Sila,
    si fausto alguna vez, ¡cuántas funesto!
    Suspensa entre el temor y la esperanza,
    no sabe...

  • Si abarca fácil tu preclara mente
    científicas verdades, ¿por qué, ciega
    a la verdad, de las verdades fuente,
    a Dios no mira, y los fulgores niega
    de ese sol de las almas refulgente?
    No es hijo tal error de tu deseo,
    ni el vicio te arrastró, pues considera,
    dolido de tu insano devaneo,
    en ti hoy el mundo por la vez primera
    resplandecer...

  • Tú el día más dichoso de los siete
    fueras, festivo suspirado día,
    si nos dieras la paz y la alegría
    que tu víspera dulce nos promete.
    Mas la esperanza que nos das, cercano,
    la desvaneces, al lucir presente;
    y tedio el hombre, en tu reposo, siente,
    en vez de goces con que sueña en vano.
    Que a tan fatal alternativa impía
    condena al hombre su...

  • Octavas dedicadas a mi distinguido amigo monseñor Pedro García y Sanz

    ¡Viviente enigma que, a ti mismo opuesto,
    con lazo que la mente desespera,
    eres extraño sin igual compuesto
    de cielo y lodo, de deidad y fiera!
    Te desprecio tal vez y te detesto,
    y aras tal vez mi asombro te erigiera,
    que eres a un tiempo, misterioso y doble,
    vil como...

  • Descubra ufana la pomposa tierra
    las maravillas que su seno encierra:
    cual mares de colores,
    sus llanos muestre de verdor y flores;
    sus selvas, montes de nevada frente
    y las ciudades que levanta el hombre;
    su variedad ostente,
    y con lo rico y lo diverso asombre.
    A ti tu austera desnudez te basta,
    océano gigante;
    y mientras que la...

  • Tú que de océano y tierra
    vences las largas distancias,
    cual las distancias del éter
    vencen voladoras alas:
    por la negra red que forman
    rieles que tu curso pautan,
    ven a surcar el inmenso
    seno de mi dulce patria.
    Tu velocidad abrevie
    tan espaciosas comarcas:
    junta el mar al Amazonas
    y a Tumbes el Titicaca.
    Ya por ti mande...