No tanto el rico abono te insolente
que hoy tan famosa te hace cual ya el oro,
que no es eterno, oh patria, tal tesoro
y su fin aceleras imprudente.
De haberlo poseído vanamente
te ha de quedar entonces el desdoro,
y la miseria y el inútil lloro
del que en hora tardía se arrepiente.
Que, aunque mil fuentes de riqueza tienes,
todas por...