• ¡Tenue rumor de túnicas que pasan
    sobre la infértil tierra! ...
    ¡Y lágrimas sonoras
    de las campanas viejas!
    Las ascuas mortecinas
    del horizonte humean...
    Blancos fantasmas lares
    van encendiendo estrellas.
    —Abre el balcón. La hora
    de una ilusión se acerca..
    La tarde se ha dormido
    y las campanas sueñan.

  • ¡Tocados de otros días,
    mustios encajes y marchitas sedas;
    salterios arrumbados,
    rincones de las salas polvorientas:
    daguerrotipos turbios,
    cartas que amarillean;
    libracos no leídos
    que guardan grises florecitas secas;
    romanticismos muertos,
    cursilerías viejas,
    cosas de ayer que sois el alma, y cantos
    y cuentos de la...

  • Hoy, con la primavera,
    soñé que un fino cuerpo me seguía
    cual dócil sombra. Era
    mi cuerpo juvenil, el que subía
    de tres en tres peldaños la escalera.
    -Hola, galgo de ayer. (Su luz de acuario
    trocaba el hondo espejo
    por agria luz sobre un rincón de osario)
    -¿Tú conmigo, rapaz?
    -Contigo, viejo.
    Soñé la galería
    al huerto de...

  • El acusado es pálido y lampiño.
    Arde en sus ojos una fosca lumbre
    que repugna a su máscara de niño
    y ademán de piadosa mansedumbre.
    Conserva del oscuro seminario
    el talante modesto y la costumbre
    de mirar a la tierra o al breviario.
    Devoto de María,
    madre de pecadores,
    por Burgos bachiller en teología,
    presto a tomar las òrdenes...

  • Es una tarde mustia y desabrida
    de un otoño sin frutos, en la tierra
    estéril y raída
    donde la sombra de un centauro yerra.
    Por un camino en la árida llanura,
    entre álamos marchitos,
    a solas con su sombra y su locura,
    va el loco hablando a gritos.
    Lejos se ven sombríos estepares,
    colinas con malezas y cambrones,
    y ruinas de...

  • ... Fue un tiempo de mentira, de infamia. A España toda,
    la malherida España, de Carnaval vestida
    nos la pusieron, pobre y escuálida y beoda,
    para que no acertara la mano con la herida.
    Fue ayer; éramos casi adolescentes; era
    con tiempo malo, encinta de lúgubres presagios,
    cuando montar quisimos en pelo una quimera,
    mientras la mar dormía ahíta de...

  • Una noche de verano
    —estaba abierto el balcón
    y la puerta de mi casa—
    la muerte en mi casa entró.
    Se fue acercando a su lecho
    —ni siquiera me miró—,
    con unos dedos muy finos,
    algo muy tenue rompió.
    Silenciosa y sin mirarme,
    la muerte otra vez pasó
    delante de mí. ¿Qué has hecho?
    La muerte no respondió.
    Mi niña quedó...

  • ¡Verdes jardinillos,
    claras plazoletas,
    fuente verdinosa
    donde el agua sueña,
    donde el agua muda
    resbala en la piedra!...
    Las hojas de un verde
    mustio, casi negras,
    de la acacia, el viento
    de septiembre besa,
    y se lleva algunas
    amarillas, secas,
    jugando, entre el polvo
    blanco de la tierra.
    Linda...

  • ¡Y esos niños en hilera,
    llevando el sol de la tarde
    en sus velitas de cera!...
    *
    De amarillo calabaza,
    en el azul, cómo sube
    la luna, sobre la plaza!
    *
    Duro ceño.
    Pirata, rubio africano,
    barbitaheño.
    Lleva un alfanje en la mano.
    Estas figuras del sueño...
    *
    Donde...

  • ¡Oh, sola gracia de la amarga tierra,
    rosal de aroma, fuente del camino!
    Auras... ¡Amor! Bien haya primavera;
    bien haya abril florido,
    y el solo amado enjambre de mis sueños,
    que labra miel al corazón sombrío.
    Y en una triste noche me aguijaba
    la pavorosa espuela de mis pasos...
    Sentirse caminar sobre la tierra
    cosa es que lleva al...