• Madre: la vida triste y enferma que me has dado
    no vale los dolores que ha costado;
    no vale tu sufrir intenso, madre mía,
    este brote de llanto y de melancolía!
    ¡Ay! ¿Por qué no expiró el fruto de tu amor,
    así como agonizan tantos frutos en flor?

    ¿Por qué, cuando soñaba mis sueños infantiles,
    en la cuna, a la sombra de las gasas sutiles,
    de un...