Culpóme por agravios
(Por querer ser Abeja de sus labios):
Anarda esquiva, y luego
Hurtándole un clavel mi dulce fuego,
Le dije: Dueño hermoso,
Aunque no quieras tú, seré dichoso,
Besando del clavel porción tan poca,
Pues si beso el clavel, beso tu boca...