• ¿Por qué de amor la barca voladora
    con ágil mano detener no quieres
    y esquivo menosprecias los placeres
    de Venus, la impasible vencedora?

    A no volver los años juveniles
    huyen como saetas disparadas
    por mano de invisible Sagitario;
    triste vejez, como ladrón nocturno,
    sorpréndenos sin guarda ni defensa,
    y con la extremidad de su arma inmensa...

  • Mientras ufana la risa
    de tus labios no se aleje,
    si quieres que te aconseje
    ¡ama aprisa!

    Con raudo mariposeo
    se va de esta a aquella flor
    en las alas del deseo,
    libando el licor hibleo del amor.

    ¡Seres y cosas felices
    jamás tuvieron raíces!
    Se ven marchitas las rosas
    y mustias las margaritas...
    ¡Pero no se ven...

  • ¿Qué cosa más blanca que cándido lirio?
    ¿Qué cosa más pura que místico cirio?
    ¿Qué cosa más casta que tierno azahar?
    ¿Qué cosa mas virgen que leve neblina?
    ¿Qué cosa más santa que el ara divina
                   de gótico altar?

    ¡De blancas palomas el aire se puebla;
    con túnica blanca, tejida de niebla,
    se envuelve a lo lejos del feudal torreón;...

  • Idos, dulces ruiseñores.
    Quedó la selva callada,
    y a su ventana, entre flores,
    no sale mi enamorada.

    Notas, salid de puntillas;
    está la niñita enferma...
    Mientras duerme en mis rodillas,
    dejad, ¡oh notas!, que duerma.

    Luna, que en marco de plata
    su rostro copiabas antes,
    si hoy tu cristal lo retrata
    sacas, luna, la espantes....

  • Pobre verso condenado
    a mirar tus labios rojos
    y en la lumbre de tus ojos
    quererse siempre abrasar.

    Colibrí del que se aleja
    el mirto que lo provoca
    y ve de cerca tu boca
    y no la puede besar.

  • Oigo el crujir de tu traje,
    turba tu paso el silencio,
    pasas mis hombros rozando
    y yo a tu lado me siento.
    Eres la misma: tu talle,
    como las palmas, esbelto,
    negros y ardientes los ojos,
    blondo y rizado el cabello;
    blando acaricia mi rostro
    como un suspiro tu aliento;
    me hablas como antes me hablabas,
    yo te respondo muy quedo,...

  • ¡En vano fue buscar otros amores!
    ¡En vano fue correr tras los placeres,
    que es el placer un áspid entre flores,
    y son copos de nieve las mujeres!

    Entre mi alma y las sombras del olvido
    existe el valladar de su memoria:
    que nunca olvida el pájaro su nido
    ni los esclavos del amor su historia.

    Con otras ilusiones engañarme
    quise, y entre...

  • En dulce charla de sobremesa,
    mientras devoro fresa tras fresa
    y abajo ronca tu perro Bob,
    te haré el retrato de la duquesa
    que adora a veces el duque Job.

    No es la condesa que Villasana
    caricatura, ni la poblana
    de enagua roja que Prieto amó;
    no es la criadita de pies nudosos,
    ni la que sueña con los gomosos
    y con los gallos de...

  • Boileau se queda en el aula
    y Voltaire en la ciudad.
    ¡Musa, al campo! ¡Abre la jaula!
    ¡Señores versos, entrad!

    Alce la oda en el bosque
    su deslwnbrante oriflama;
    que la sátira se enrosque
    y que brinque el epigrama.

    Beba el madrigal coqueto
    en los lirios vino blanco,
    y pensativo el soneto
    descanse en rústico banco.

    Tenue...

  • ¡Oh, qué dulce canción! Límpida brota
    esparciendo sus blandas armonías,
    y parece que lleva en cada nota
    ¡muchas tristezas y ternuras mías!
    ¡Así hablara mi alma... si pudiera!
    ¡Así dentro del seno,
    se quejan, nunca oídos, mis dolores!
    Así, en mis luchas, de congoja lleno,
    digo a la vida: «¡Déjame ser bueno!»
    Así sollozan todos mis amores!...