•  Huye lejos de aquí, virtuoso Fabio,
     huye, si quieres preservar del vicio
     tu juventud florida, que los años
     presto te robarán. Mira doquiera
     cómo levanta la manchada frente
     llena de oprobio y de arrogancia el crimen;
     cómo se arrastra la ambición astuta
     en fango inmundo, y de repente sube
     cual fétido vapor que infesta el cielo.
     Allá...

  • Atrevimiento tan nuevo
    con espantosa caída
    pudo quitarte la vida,
    hijo glorioso de Febo.
    Mas la pregonera Diosa
    en edad ninguna cesa
    de encarecer tal empresa,
    cuanto infeliz generosa.
    que, pues la envidia altanera
    negó tu origen divino,
    acreditarlo convino
    por tan singular manera.
    Y por las abiertas sendas
    de los...

  • ¡Oh tú, temprano sol que en el oriente
    de tus primeros años has nacido
    coronado de luz resplandeciente,

    salve! Y en tanto que a tu grato oído
    de mi voz, por cantarte, los acentos
    labios son de metal contra el olvido,

    con presagios de ilustres vencimientos
    escucha el fin que a tu principio encierra,
    rendidos a tus pies los elementos....

  • ¿Cuándo será que pueda
    libre de esta prisión volar al cielo,
    Felipe, y en la rueda
    que huye más del suelo,
    contemplar la verdad pura sin velo?

    Allí a mi vida junto
    en luz resplandeciente convertido,
    veré distinto y junto
    lo que es y lo que ha sido,
    y su principio propio y escondido.

    Entonces veré cómo
    el divino...

  • El día de su casamiento con: D Salustiano de Olózaga

    Aunque a la aurora temores,
    y al mismo sol dés enojos,
    te sientan con mil primores
    la languidez en los ojos,
    y en el cabello las flores.

    Muestran tantas maravillas
    los diamantes en tu cuello,
    las rosas en tus mejillas,
    que con real ornato brillas
    desde la planta al...

  • A su paso por Ambato.

    I

    ¿Qué misteriosa magia, dulcísimo poeta,
    se encierra en tu inflamado y hermoso corazón,
    que el mío deleitando le atrae, le sujeta,
    y al par le comunica su fuego abrasador?

    ¿Por qué del alma tuya la mía aficionada
    quisiera a sus destinos los suyos aunar,
    y en su delirio insano verse a la vez lanzada...

  • Mi musa: toda ingenua, por ser joven,
    se yergue melodiosa sobre un plinto.
    Gusta de los jazmines que la arroben
    y de los novilunios de jacintos.

    Tiene los cisnes del Ensueño, bienes
    azules de los cielos y las nubes;
    un jardín otoñal para Jiménez,
    y para Nervo un coro de querubes.

    Y ama el éxtasis: palabras y martirios,
    las letanías, el...

  •     Bástete ¡oh Francia! la atronante gloria
     Con que llenó tus ámbitos el hombre;
     Bástete ver en inmortal historia
     Unido al tuyo su preclaro nombre.
     Bástete la memoria
     De aquellos grandes días
     En que a su voz la Europa estremecías,
     Y deja al mundo ese sepulcro austero
     Donde el hado severo
     Guarda al gigante de ambición y orgullo,...

  • El aire se serena
    y viste de hermosura y luz no usada,
    Salinas, cuando suena
    la música extremada
    por vuestra sabia mano gobernada.

    A cuyo son divino
    mi alma, que en olvido está sumida,
    torna a cobrar el tino
    y memoria perdida
    de su origen primero esclarecida.

    Y como se conoce,
    en suerte y pensamientos se mejora;
    el oro...

  • ¡Qué bien que conociste
    el Amor soberano,
    augustino León, Fray Luis divino!

    (Lope de Vega.)

    «¡Gloria!» las arpas, los salterios «¡gloria!»
    resuenen por doquier... ¡Ved al Poeta
    surgir triunfante, coronado atleta
    del seno de la...