A Sor María de la Consolación

Al vago de las celestes liras
del viento que divaga en la arboleda
cantas, y no se sabe si suspiras
o si es el ruiseñor que te remeda.

Tus negros ojos de mirar doliente...

I
Al par te implora y te mima
en mi canto, mi tristeza:
te solloza cada rima
y cada estrofa te besa.

II
Dices que no tienen motivo mis penas,
pues las lloro mías cuando son ajenas...
¡Ay!, ese es mi encanto:
llorar por aquellos...