• Noche como ésta, y contemplada a solas
    No la puede sufrir mi corazón:
    Da un dolor de hermosura irresistible
    Un miedo profundísimo de Dios.
      
    Ven a partir conmigo lo que siento,
    Esto que abrumador desborda en mí;
    Ven a hacerme finito lo infinito
    Y a encarnar el angélico festín.
      
    ¡Mira ese cielo!... Es demasiado cielo
    Para el...