• Palma, no te enorgullezcas
    de superar en altura
    a los laureles y almendros
    sobre cuyas copas triunfas.
    La tempestad se avecina,
    y cuando el rayo fulgura,
    las frentes menos enhiestas
    son las que están más seguras.

    No te ensoberbezcas, rosa,
    porque brillas y perfumas,
    y en el jardín y en el prado
    reinas, excedes y ofuscas....

  • Había gran asamblea de hadas para proceder al reparto de dones entre todos los recién nacidos llegados a la vida en las últimas veinticuatro horas.

    Todas aquellas antiguas y caprichosas hermanas del Destino; todas aquellas madres raras del gozo y del dolor, eran muy diferentes: tenían unas aspecto sombrío y ceñudo; otras, aspecto alocado y malicioso; unas, jóvenes que habían sido...