• A veces quisiera uno
    sin días que lo nombren,
    perderse, camino hacia el olvido.
    Porque para qué alumbra el día
    si tantas muecas de los hombres,
    como un mapa de angustias
    e indescifrables signos
    de mariposas muertas,
    giran sin término.

    También quisiera uno,
    luego de tanto y tanto
    amor al aire,
    que un árbol se recline...