• Tú me levantas, tierra de Castilla,
    en la rugosa palma de tu mano,
    al cielo que te enciende y te refresca,
    al cielo, tu amo.

    Tierra nervuda, enjuta, despejada,
    madre de corazones y de brazos,
    toma el presente en ti viejos colores
    del noble antaño.

    Con la pradera cóncava del cielo
    lindan en torno tus desnudos campos,
    tiene en ti cuna...

  • Cuando duerme una madre junto al niño
    duerme el niño dos veces;
    cuando duermo soñando en tu cariño
    mi eterno ensueño meces.

    Tu eterna imagen llevo de conducho
    para el viaje postrero;
    desde que en ti nací, una voz escucho
    que afirma lo que espero.

    Quien así quiso y así fue querido
    nació para la vida;
    sólo pierde la vida su sentido...

  • El armador aquel de casas rústicas
    habló desde la barca:
    ellos, sobre la grava de la orilla,
    él flotando en las aguas.

    Y la brisa del lago recogía
    de su boca parábolas
    ojos que ven, oídos que oyen gozan
    de bienaventuranza.

    Recién nacían por el aire claro
    las semillas aladas,
    el Sol las revestía con sus rayos,
    la brisa las...

  • El cuerpo canta;
    la sangre aúlla;
    la tierra charla;
    la mar murmura;
    el cielo calla
    y el hombre escucha.

  • En este mar de encinas castellano
    los siglos resbalaron con sosiego
    lejos de las tormentas de la historia,
    lejos del sueño
    que a otras tierras la vida sacudiera;
    sobre este mar de encinas tiende el cielo
    su paz engendradora de reposo,
    su paz sin tedio.

    Sobre este mar que guarda en sus entrañas
    de toda tradición el manadero
    esperan...

  • Traza la niña toscos garrapatos,
    de escritura remedo,
    me los presenta y dice
    con un mohín de inteligente gesto:

    "¿Qué dice aquí, papá?"

    Miro unas líneas que parecen versos.
    "¿Aquí ?" "Si, aquí; lo he escrito yo; ¿qué dice?
    porque yo no sé leerlo..."
    "¡Aquí no dice nada!", le contesté al momento.

    "¿Nada ?", y se queda un rato pensativa...

  • En el silencio estrellado
    la Luna daba a la rosa
    y el aroma de la noche
    le henchía -sedienta boca-
    el paladar del espíritu,
    que adurmiendo su congoja
    se abría al cielo nocturno
    de Dios y su Madre toda...

    Toda cabellos tranquilos,
    la Luna, tranquila y sola,
    acariciaba a la Tierra
    con sus cabellos de rosa
    silvestre, blanca...

  • Me destierro a la memoria,
    voy a vivir del recuerdo.
    Buscadme, si me os pierdo,
    en el yermo de la historia,

    que es enfermedad la vida
    y muero viviendo enfermo.
    Me voy, pues, me voy al yermo
    donde la muerte me olvida.

    Y os llevo conmigo, hermanos,
    para poblar mi desierto.
    Cuando me creáis más muerto
    retemblaré en vuestras manos...

  • Rosa de nube de carne
    Ofelia de Dinamarca,
    tu mirada, sueñe o duerma,
    es de Esfinge la mirada.

    En el azul del abismo
    de tus niñas ? todo o nada,
    ¡ser o no ser!?, ¿es espuma
    o poso de vida tu alma?

    No te vayas monja, espérame
    cantando viejas baladas,
    suéñame mientras te sueño,
    brízame la hora que falta.

    Y si los sueños...

  • ¿Por qué esos lirios que los hielos matan?
    ¿Por qué esas rosas a que agosta el sol?
    ¿Por qué esos pajarillos que sin vuelo
    se mueren en plumón?

    ¿Por qué derrocha el cielo tantas vidas
    que no son de otras nuevas eslabón?
    ¿Por qué fue dique de tu sangre pura
    tu pobre corazón?

    ¿Por qué no se mezclaron nuestras sangres
    del amor en la santa...