• Funambulesca.jpg

    Mis pesares son alegres y mi dicha llanto vierte;
    son mis duelos danzarines y mis júbilos son frailes;
    yo he sentido en...

  • Tat tuam asi (Tú eres esto: es decir, tú eres uno
    y lo mismo que cuanto te rodea;
    tú eres la cosa en sí)

    El que sabe que es uno con Dios, logra el Nirvana:
    un Nirvana en que toda tiniebla se ilumina;
    vertiginoso ensanche de la conciencia humana,
    que es sólo proyección de la Idea Divina
    en el Tiempo...

    El...

  • Para José Bandera

    Yo tuve un ideal, ¿en dónde se halla?
    Albergué una virtud, ¿por qué se ha ido?
    Fui templado, ¿do está mi recia malla?
    ¿En qué campo sangriento de batalla
    me dejaron así, triste y vencido?

    ¡Oh, Progreso, eres luz! ¿Por qué no llena
    tu fulgor mi conciencia? Tengo miedo
    a la duda terrible que envenena,
    y...

  • Increpación.jpg

    Que a aquél que recorriendo su ruta de asperezas
    haya abrevado su alma en mayores tristezas
    que mis tristezas,...

  • Ingenua.jpg

    ¡Oh! ¡los rizos negros y los ojos nubios!
    ¡Oh, los ojos claros y los rizos rubios!

    Los enormes besos en que amor es ducho...
    ¡...

  • -¿Queréis que todo esto vuelva a empezar?
    -Sí -responden a coro.
    Also Sprach Zarathustra

    En todas las eternidades
    que a nuestro mundo precedieron,
    ¿cómo negar que ya existieron
    planetas con humanidades;

    y hubo Homeros que describieron
    las primeras heroicidades,
    y hubo Shakespeares que ahondar supieron
    del alma en las...

  • Flor de Mayo como un rayo
    de la tarde se moría...
    Yo te quise, Flor de Mayo,
    tú lo sabes; ¡pero Dios no lo quería!

    Las olas vienen, las olas van,
    cantando vienen, cantando irán.

    Flor de Mayo ni se viste
    ni se alhaja ni atavía;
    ¡Flor de Mayo está muy triste!
    ¡Pobrecita, pobrecita vida mía!

    Cada estrella que palpita,...

  • La canción de Flor de Mayo.jpg

    Flor de Mayo, como un rayo
    de la tarde, se moría...
    Yo te quise Flor...

  • Por esa puerta huyo, diciendo: "¡Nunca!"
    Por esa puerta ha de volver un día...
    Al cerrar esa puerta, dejo trunca
    la hebra de oro de la esperanza mía.
    Por esa puerta ha de volver un día.

    Cada vez que el impulso de la brisa,
    como una mano débil, indecisa,
    levemente sacude la vidriera
    palpita mas aprisa, mas aprisa
    mi corazón cobarde...

  • Tú que piensas que no creo
    cuando argüímos los dos,
    no imaginas mi deseo,
    mi sed, mi hambre de Dios;

    ni has escuchado mi grito
    desesperante, que puebla
    la entraña de la tiniebla
    invocando al Infinito;

    ni ves a mi pensamiento,
    que empañado en producir
    ideal, suele sufrir
    torturas de alumbramiento.

    Si mi...