• Lloraba perlas la fonta harmónica
    las dalias descubrían sus sonrojos,
    cuando pasó triunfal y salomónica
    la Emperetriz de los celestes ojos.

    Tornaba en mi divino clavileño
    de una excursión solar hollando abrojos;
    y me sonrió en un éxtasis de ensueño,
    la Emperatriz de los celestes ojos.

    Rimaba un grillo su sonata abstrusa,
    agria a la luz de...