• Ya en la otoñal y hermosa alameda
    vuelan los últimos cálices de oro
    y en tus nerviosas pestañas de seda
    queda temblando una lágrima de oro.

    El surtidor su romanza masculla,
    siempre más triste en la noche cercana,
    —Dime, Princesa, la historia que arrulla
    y hace olvidemos la Muerte cercana.

    Dime la vieja leyenda harmoniosa
    que habla de...

  • Oh muerte, Yo te amo, pero te adoro, vida...
    Cuando vaya en mi caja para siempre dormida,
    Haz que por vez postrera
    Penetre mis pupilas el sol de primavera.

    Déjame algún momento bajo el calor del cielo,
    Deja que el sol fecundo se estremezca en mi hielo...
    Era tan bueno el astro que en la aurora salía
    A decirme: buen día.

    No me asusta el descanso...