• ¡Árboles!
    ¿Habéis sido flechas
    caídas del azul?
    ¿Qué terribles guerreros os lanzaron?
    ¿Han sido las estrellas?

    Vuestras músicas vienen del alma de los pájaros,
    de los ojos de Dios,
    de la pasión perfecta.
    ¡Arboles!
    ¿Conocerán vuestras raíces toscas
    mi corazón en tierra?