Tarde lluviosa en gris cansado,
y sigue el caminar.
Los árboles marchitos.
Mi cuarto, solitario.
Y los retratos viejos
y el libro sin cortar...
Chorrea la tristeza por los muebles
y por mi alma. Quizá,
no tenga para mí Naturaleza
el pecho de cristal.
Y me duele la carne del corazón
y la carne del alma. Y al hablar,
se...