• Calle del Betis. Triana.
    El corazón del estío
    penetra el escalofrío
    de la fuente charlatana.

    La Velada de Santa Ana
    llena de música el río.
    Con los ojos de Rocío
    se ilumina la ventana.

    De envidia, al verla, una estrella,
    en las alturas sin fin,
    estremecida rutila.

    Y se apaga cuando ella
    sale envuelta en el jardín
    ...