• No serán jamás esas beldades de viñetas,
    Productos averiados, nacidos de un siglo bribón,
    Esos pies con borceguíes, esos dedos con castañuelas,
    Los que logren satisfacer un corazón como el mío.

    Le dejo a Gavarni, poeta de clorosis,
    Su tropel gorjeante de beldades de hospital,
    Porque no puedo hallar entre esas pálidas rosas
    Una flor que se parezca a mi...