• Para el álbum de la señorita Rosa Ortiz de Zevallos, insigne profesora de música, y de sus dos bellas primas

    Rosa, que por modestia delicada,
    en florecer te places rodeada
    del lindo par de Margarita y Pola,
    huyendo la vergüenza
    de ser en gracia y hermosura sola;
    quien pueda resistir el noble encanto,
    Rosa, de tu mirar y de tu canto,
    y en...

  • VEN, Lesbia, ven, sobre mi pecho ardiente
    Reclina sin cuidado.
    Llena de amor, la entristecida frente;
    Que quiero abandonado
    Del mundo todo, en placentera calma,
    Á tí tan solo consagrar mi alma.

    Ven, calmaré tu duelo y tus dolores;
    Aquí sobre la alfombra
    De tierna grama y de silvestres flores,
    Á la tendida sombra
    Del verde cedro y de...

  • Almas afines hay; bésalas Jove,
    Y las manda a la tierra con el sello
    De divina hermandad. Si no se encuentran,
    Largo gemido y sempiterno lloro
    Es su vida mortal. De vanos sueños
    Se enamoran tal vez; el aire abrazan,
    Y entre el error y la esperanza viven.
    Una forma, una línea o un sonido
    Les trae el eco de su dulce hermana,
    Sombra...

  • Garzón de tan linda faz,
    que, vestido de mujer,
    nadie pudiera creer
    que fuera el traje disfraz:
    al presumido Narciso
    en gracia y beldad excedes,
    y al troyano Ganimedes
    a quien Jove mismo quiso.
    No hay en nuestros campos flores,
    ni en el firmamento estrellas,
    como en Lima damas bellas
    que codician tus amores.
    Mas las...

  • ¡Cuánto tus días serenos,
    dulce Lima, echo de menos!
    ¡Cuánto extraño
    de tu clima la blandura,
    tu primavera que dura
    todo el año!
    En esta región do eterno
    durar anuncia el invierno,
    donde va
    uno de otro día en pos,
    ni asoma el astro que dios
    te fue ya;
    y envuelto en oscuro manto,
    derrama el cielo su llanto
    sin...

  • El que perdidos para siempre gima
    el contento del alma y el reposo,
    vuele a tu seno, deleitosa Lima,
    y s ser en breve tornará dichoso.
    Tú, cual palacio de potente maga,
    virtud encierras de sin par dulzura,
    que cicatriza la más honda llaga
    y la dolencia más antigua cura.
    Tú a memorias acerbas y tenaces
    la paz concedes del sabroso olvido,...

  • La clara luna su fulgor dilata
    en cielo de purísimo zafir,
    y en rico manto de luciente plata
    parece, oh Lima, tu beldad vestir.
    Mas en vano te llama y te convida
    de tan bello espectáculo a gozar
    el astro en cuyas luces sumergida
    toda te miro, como en claro mar.
    Silenciosas tus calles y desiertas,
    cuando aún las horas del bullicio son,...

  •   China, espérame a las once;
    A esa hora no nos ve náides,
    Porque están negras las noches
    Como sotana de fláire.
    Déjate de andar zonciando
    Con la vieja y con tu padre,
    Que, últimamente, es al ñudo
    Esconder lo que eyos saben.
    ¡Mirá quién, china, tu vieja
    Pa no cazarla en el aire,
    Eya, que jué p'al amor
    Como Rivera p'al sable!...

  • ¿DICHOSA la edad florida
    De las dulces ilusiones,
    Dichosos los corazones
    En cuyo centro se anida
    El encanto de la vida,
    El sentimiento profundo
    Del placer y del amor!
    Mas oye, Lola, en el vergel del mundo,
    Mil espinas oculta cada flor.

    Si en la encantada pradera
    Donde los claveles crecen,
    Y blandamente se mecen
    Con la...

  • Vuelve a mis brazos, deliciosa Lira,
    en que de la beldad y los amores
    el hechizo canté. Sobrado tiempo
    de angustias y dolores
    el eco flébil fuera
    mi quebrantada voz. ¿Cómo pudiera
    no calmar mi agonía
    este brillante día
    que a Lola vio nacer? ¡Cuán deleitosa
    despunta en oriente la luz pura
    del natal de una hermosa!
    Naciste, Lola...