• De la eterna manida del lamento
    pálidos habitantes, malhadados
    reinos a do jamás cupo el contento,

    no; jamás vuestros dioses enojados
    tormentos inventaron que igualasen
    la ausencia a que me fuerzan ¡ay! los hados.

    No plugo al crudo cielo que bañasen
    de Adur las ondas mis cenizas hiertas
    y plácidos mis manes reposasen.

    ...