•  ¡Oh, cuánto el hombre por brillar se afana!,
     insecto que ignorado se desliza;
     en vano con orgullo se engalana
     ese poco de polvo y de ceniza,
     que si hoy se mueve, morirá mañana.
     

     ¡Qué incesante anhelar, qué ciego empeño
     por gozar de una vida transitoria!
     Y, ¿qué es la dicha, al fin, y qué es la gloria?
     Niebla que pasa, momentáneo...