• Boileau se queda en el aula
    y Voltaire en la ciudad.
    ¡Musa, al campo! ¡Abre la jaula!
    ¡Señores versos, entrad!

    Alce la oda en el bosque
    su deslwnbrante oriflama;
    que la sátira se enrosque
    y que brinque el epigrama.

    Beba el madrigal coqueto
    en los lirios vino blanco,
    y pensativo el soneto
    descanse en rústico banco.

    Tenue...