Donde sienta mi caballo los pies
no vuelve a nacer yerba.


Atila

CORO

¡Hurra, cosacos del desierto! ¡Hurra!
La Europa os brinda...

Mío es el mundo: como el aire libre,
Otros trabajan porque coma yo;
todos se ablandan si doliente pido
Una limosna por amor de Dios.

El palacio, la cabaña
Son mi asilo,
Si del ábrego el furor
Troncha el roble en la montaña...

Pescadorcita mía,
Desciende a la ribera,
Y escucha placentera
Mi cántico de amor;
Sentado en su barquilla,
Te canta su cuidado,
Cual nunca enamorado
Tu tierno pescador.

La noche el cielo encubre
Y acalla manso el viento...

¡Para hacer bien por el alma
del que van a ajusticiar!

I

Reclinado sobre el suelo
con lenta amarga agonía,
pensando en el triste día
que pronto amanecerá,
en silencio gime el reo
y el fatal...

De los hombres lanzado al desprecio,
de su crimen la víctima fui,
y se evitan de odiarse a sí mismos,
fulminando sus odios en mí.
Y su rencor
al poner en mi mano, me hicieron
su vengador;
y se dijeron
«Que nuestra vergüenza común caiga en él;...

¿Oís? Es el cañón. Mi pecho hirviendo
El cántico de guerra entonará,
Y al eco ronco del cañón venciendo,
La lira del poeta sonará.

El pueblo ved que la orgullosa frente
Levanta ya del polvo en que yacía,
Arrogante en valor, omnipotente,
...

¡Oh! ¡Es el pueblo! ¡Es el pueblo! Cual las olas
del hondo mar, alboratado brama;
las esplendentes glorias españolas,
su antigua prez, su independencia aclama.

Hombres, mujeres vuelan al combate;
el volcán de sus iras estalló:
sin armas van, pero en sus...

Ya el sol esconde sus rayos,
el mundo en sombras se vela,
el ave a su nido vuela.
Busca asilo el trovador.

Todo calla: en pobre cama
duerme el pastor venturoso:
en su lecho suntüoso
se agita insomme el señor.

Se agita; mas ¡ay! reposa
al...

Me gusta ver el cielo
con negros nubarrones
y oír los aquilones
horrísonos bramar,
me gusta ver la noche
sin luna y sin estrellas,
y sólo las centellas
la tierra iluminar.

Me agrada un cementerio
de muertos bien relleno,
manando...

LA DESPEDIDA
Magnífico Morvén, se alza tu frente
De sempiterna nieve coronada;
Al hondo valle bramador torrente
De tu cumbre enriscada
Se derrumba con ímpetu sonante,
Y zumba allá distante.
La lira de Ossián resonó un día
En tu breñosa...