Vuelve a mis manos, olvidada lira,
Ministra un tiempo de guerrero canto;
Hoy de dolor el corazón suspira
Y se agolpa a los párpados el llanto.

¿Qué es el hombre en la tierra? Polvo y cieno,
Un punto breve en la extensión inmensa,
Gota perdida en el...

Lágrima triste en mi dolor vertida,
perla del corazón que entre tormentas
fue en largas horas de pesar nacida,
en fúnebre memoria convertida
la flor será que a tu corona enlace;
las horas de la vida turbulentas
ajan las flores y el laurel marchitan;...

Sufre, oh vate, con pecho adamantino,
y recuerda que a nadie impunemente
tener dejan el mundo y el destino
corazón grande o inspirada mente.
Y de su envidia y su furor triunfante
fue siempre el vate principal terrero:
ve errar mendigo de la Grecia al Dante,...

Nada más triste que un titán que llora,
Hombre-montaña encadenado a un lirio,
Que gime fuerte, que pujante implora:
Víctima propia en su fatal martirio.

Hércules loco que a los pies de Onfalia
La clava deja y el luchar rehusa,
Héroe que calza femenil sandalia...

Te recomiendo, a ti, mi poeta y amigo,
que comprendas mañana mi profundo cariño,
y que escuches mi voz en la voz de mi niño,
y que aceptes las hostia en la virtud del trigo

Sabe que cuando muera yo te escucho y te sigo
que si haces bien, te aplaudo; que si haces...

No llames una noche de llantos a tu vida,
ni pienses tu dolor tan hondo y duradero:
ofendes al que sufre la verdadera herida,
al hermano que calla su dolor verdadero.

Mercader de sollozos, profesional del llanto,
¡qué sabiamente expresas ignoradas angustias!
...

ROSANIO
¿Do yace aquel pastor, cara Belisa
que a los sones de agreste caramillo
cantó con tono que pasmó a la brisa
tu gracia y hermosura?
¿Aquel que celebró tierno y sencillo
la campesina paz, cuya dulzura
los bosques y los prados dejó
de...

BROTÓ en el primer día
De la mirada del Señor radiante,
Cual torrente fecundo,
La luz que inunda el anchuroso mundo;
A sus reflejos mil, aparecieron
Nubes de vistosísimos colores
Que en el diáfano espacio se extendieron
A los primeros fúlgidos albores....

A don Fernando Velarde

 

 ¿Cómo cantar, cuando llorosa gime,
 sin esperanza y sin amor, el alma;
 y por doquiera, con horror, la oprime
 de los sepulcros la siniestra calma?
 

...

Amor, devora el alma de tu esclavo,
devórala en un día;
o deja que mi pecho candoroso
en torrentes se exhale de armonía.

Ya no tiemblo, no tiemblo... el Dios que inspira
al genio creador es quien me inflama;
Él dio temple a las cuerdas de mi lira,...