Si siempre estoy ensayando
mi sonrisa amarga y triste,
es porque estoy esperando
a una mujer que no existe.
Víctima del desencanto
sufro martirios letales;
por eso adoro yo tanto
mis dichas artificiales.
Paraísos artificiales
que huyen...
Si siempre estoy ensayando Víctima del desencanto Paraísos artificiales |
¡Can sumiso y acólito, como el can de Durero; Y este ciego mendigo de rostro rasurado |
Hay un Madrid que no tiene ni flores, ni fuentes, ni frondas. Madrid de los gasómetros redondos, cual grandes tambores. |
Es soberano de la alegría, Es una sombra que nos recuerda |
En la sala lijosa del burdel repugnante Al amor del brasero, un conjunto gregario |
Mi alma tierna y melancólica Serás mi único tesoro Como un ópalo en mi dedo |
¡Bajo el cangrejo de estrellas se extasiarán las llanuras! El guadañil que hace siega en matemáticas puras, |
¡Los huérfanos gimen! Es que ha muerto el coloso ¡Maldita hermosura de la carne que es fatua |
El mediodía en la barriada pobre De cúpulas de iglesia realzada |
Era la Primavera cadenciosa. Cruzaste los jardines de mi ensueño |