Primogénita ilustre del Plata,
En solar apertura hacia el Este.
Donde atado a tu cinta celeste
Va el gran río color de león;
Bella sangre de prósperas razas
Esclarece tu altivo salvaje
Pinta su nombre sazón.

Arca fuerte de nuestra esperanza....

Raza valerosa y dura
que con pujanza silvestre
dio a la patria en garbo ecuestre
su primitiva escultura.
Una terrible ventura
va a su sacrificio unida,
como despliega la herida
que al toro desfonda el cuello,
en el raudal del degüello
la...

Sabio jorobado, pide a la taberna,
Comadre del diablo, su teta de loba.
El vino te enciende como una linterna
Y en turris ebúrnea trueca tu joroba,
Porque de nodriza tuviste una loba
Como los gemelos de Roma la Eterna.

Sabio jorobado, tu pálida mueca...

El maestro carpintero
de la boina colorada,
va desde la madrugada
taladrando su madero.

No corre en el bosque un soplo,
todo es silencio y aroma.
Sólo él monda la carcoma
con su revibrante escoplo.

Y a ratos, con brusco ardor
bajo la honda...

Cuando el campo está más solo
y la casa, en paz, abierta,
aparece por la puerta,
muy sí señor, el chingolo.

Viene en busca de una miga
o una paja de la escoba,
que, ciertamente, no roba,
porque la gente es su amiga.

Salta, confiado, al umbral...

La casita del hornero
tiene alcoba y tiene sala.
En la alcoba la hembra instala
justamente el nido entero.

En la sala, muy orondo,
el padre guarda la puerta,
con su camisa entreabierta
sobre su buche redondo.

Lleva siempre un poco viejo
...

Sobre el remanso azul, agudo acecha
Desde un lánguido gajo del sauzal,
En inminente inclinación de flecha,
La lentitud profunda del caudal.

Oro de sol en la corriente boya...
Y destellando un súbito arrebol,
Identifica el pájaro en su joya,
Sauce...

Una arista, una cerda, un hilo, un copo
De lana ocasional, y mucha espina.
Una honda suavidad de pluma fina,
Y un triple gajo de cimbreño chopo.

Y al declinar la vespertina hora,
En la puerta del tálamo sencillo,
Dorándose de sol, el pajarillo
Con...

Sólo ha quedado en la rama
un poco de paja mustia
y, en la arboleda, la angustia
de un pájaro fiel que llama.
Cielo arriba y senda abajo,
no halla tregua a su dolor,
y se para en cada gajo
preguntando por su amor.
Ya remonta con su queja,
ya...

Run ... dun, run ... dun ... Y al tremolar sonoro
Del vuelo audaz y como un dardo, intenso,
Surgió de pronto, ante una flor suspenso,
En vibrante ascua de esmeralda y oro.

Fue color... luz... color... A un brusco giro,
Un haz de sol lo arrebató al soslayo;
...