• Cortó dorado estambre Átropos dura
    Con el cuchillo, si violento, ufano,
    Al milagro divino de lo humano,
    Al compendio feliz de la hermosura.

    ¡Oh de la Parca mano más impura!
    ¡Oh de la Parca golpe más tirano!
    Impura, pues manchó candor lozano,
    Tirano, pues truncó belleza pura.

    Cuando tanta hermosura se destierra,
    Si por llorar (¡oh...

  • Cuando acaso se enciende el fuego ardiente,
    Las cóleras de llamas vomitando,
    Si aura poca respira un soplo blando,
    Le fomenta las llamas blandamente.

    De suerte que se aviva más luciente
    En sus llamas hermosas; pero cuando
    Aura mucha está soplos respirando,
    Mata sus llamas, y su ardor desmiente.

    Pues así, si el Amor con fuerza impía
    Aviva...

  • Cuando amorosas penas atesoro
    En hermoso de incendios dulce encanto,
    Con mil endechas lloro lo que canto,
    Con mil lágrimas canto lo que lloro.

    Prende el sueño mis penas, y no ignoro
    Que me embarga las ansias de mi llanto,
    Quizá porque en mi fe no llore tanto,
    Que pueda faltar llanto en lo que adoro.

    Mas cuando al sueño llama dulcemente
    No...

  • I
    Cuando el desdén luminoso
    De Anarda bella pondero,
    Enamora con lo fiero,
    Y maltrata con lo hermoso:
    De suerte que en lo amoroso
    De mal pagada firmeza,
    Porque logre mi tristeza
    Entre gloriosa ventura,
    Hizo fiera la hermosura,
    Hizo hermosa la fiereza.

    II
    Blanca la frente se aviva,
    El pecho duro se...

  • Cuando fulmina borrascoso el Cielo
    Lluviosas armas del Diciembre impío,
    Flechando al pecho con agudo frío,
    Cerrando el día con nublado velo;

    Cuando embarga con cándido desvelo
    El hielo prisionero en pobre río,
    Como la perla del gentil rocío
    Nace el cristal del embargado hielo.

    Así también, Anarda, cuando tienes
    El pecho esquivo al amoroso...

  • Cuando inflama escondido
    El fuego en sus ardores repetido,
    Sube la llama, y luego
    Por los balcones se publica el fuego;
    Si mi fuego me inflama,
    Sube a los ojos la amorosa llama,
    Y si a los ojos, cual balcón, se aplica,
    Mi fuego muestra, y mi pasión publica.

  • Cuando las luces de tus ojos veo,
    Se enciende mi deseo,
    El corazón se inflama
    De suerte pues, que en la amorosa llama,
    Las que en tus ojos son luces vivientes,
    Son en mi corazón llamas ardientes.

  • Cuentan de un sabio, que un día
    tan pobre y mísero estaba,
    que sólo se sustentaba
    de unas yerbas que cogía.
    «¿Habrá otro», entre sí decía,
    «más pobre y triste que yo?»
    Y cuando el rostro volvió,
    halló la respuesta, viendo
    que iba otro sabio cogiendo
    las hojas que él arrojó.

    Quejoso de mi fortuna
    yo en este mundo vivía,
    y...

  • Culpóme por agravios
    (Por querer ser Abeja de sus labios):
    Anarda esquiva, y luego
    Hurtándole un clavel mi dulce fuego,
    Le dije: Dueño hermoso,
    Aunque no quieras tú, seré dichoso,
    Besando del clavel porción tan poca,
    Pues si beso el clavel, beso tu boca.

  • En que satisface un recelo con la retórica del llanto.

    Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba,
    como en tu rostro y tus acciones vía
    que con palabras no te persuadía,
    que el corazón me vieses deseaba;
    y Amor, que mis intentos ayudaba,
    venció lo que imposible parecía:
    pues entre el llanto, que el dolor vertía,
    el corazón deshecho destilaba...