• Vimos los laberínticos senderos interiores
    —ideas como larvas y monstruos roedores—:
    toda la fauna y flora que nutren el Espanto
    y la Locura...

    El aire sabía a sangre y llanto.
    Y llegamos al círculo postrer de condenados,
    y yo dije:

    —Maestro: ¿y esos puños crispados?
    ¡Y esos ojos de vértigo cuya mirada brilla
    como la del felino que guarda...

  • Di Simonide

    FRAGMENTO DELL’ODA INTITOLATA «PERSEO»


    Mentre in dedalea navicella il vento

    fremea soffiando, e l’agitata poppa

    già sommergean le insuperabil’onde,

    aspergendo di lagrime le gote
    ...