• Soy hermosa, ¡oh, mortales! cual un sueño de piedra,
    Y mi pecho, en el que cada uno se ha magullado a su vez,
    Está hecho para inspirar al poeta un amor
    Eterno y mudo así como la materia.

    Tengo mi trono en el azar cual una esfinge incomprendida;
    Uno un corazón de nieve a la blancura de los cisnes;
    Aborrezco el movimiento que desplaza las líneas,
    Y...

  • ¡Oh, vellón, rizándose hasta la nuca!
    ¡Oh, bucles, ¡Oh, perfume saturado de indolencia!
    ¡Éxtasis! ¡Para poblar esta tarde la alcoba oscura
    Con los recuerdos adormecidos en esta cabellera
    Yo la quiero agitar en el aire como un pañuelo!

    ¡La lánguida Asia y la ardiente África,
    Todo un mundo lejano, ausente, casi difunto,
    Vive en tus profundidades, selva...

  • Es amargo y dulce, durante las noches de invierno,
    Escuchar, cabe, el fuego que palpita y humea,
    Los recuerdos lejanos lentamente elevarse
    Al ruido de los carrillones que cantan en la bruma.

    Bienaventurada la campana de garganta vigorosa
    Que, malgrado su vejez, alerta y saludable,
    Arroja fielmente su grito religioso,
    ¡Tal como un veterano velando bajo...

  • A Édouard Manet.

    «Las ilusiones -me decía un amigo- son tan innumerables quizá como las relaciones de los hombres entre sí o de los hombres con las cosas.» Y cuando la ilusión desaparece, es decir, cuando vemos al ser o el hecho tal como existe fuera de nosotros, experimentamos un raro sentimiento complicado, mitad pesar por la desaparición del fantasma,...

  • La viejecilla arrugada sentíase llena de regocijo al ver a la linda criatura festejada por todos, a quien todos querían agradar; aquel lindo ser tan frágil como ella, viejecita, y como ella también sin dientes ni cabellos.

    Y se le acercó para hacerle fiestas y gestos agradables.

    Pero el niño, espantado, forcejeaba al acariciarlo la pobre mujer decrépita, llenando la casa con sus...

  • Incesante a mi vera se agita el Demonio;
    Flota alrededor mío como un aire impalpable;
    Lo aspiro y lo siento que quema mis pulmones
    Y los llena de un deseo eterno y culpable.

    A veces toma, sabiendo mi gran amor al Arte,
    La forma de la más seductora de las mujeres,
    Y, bajo especiosos pretextos de tedio,
    Habitúa mis labios a filtros infames.

    Me...

  • Una estancia parecida a una divagación, una estancia verdaderamente espiritual, de atmósfera quieta y teñida levemente de rosa y azul.

    Toma en ella el alma un baño de pereza aromado de pesar y de deseo. Es algo crepuscular, azulado, róseo; un ensueño de placer durante un eclipse.

    Tienen los muebles formas alargadas, postradas, languidecentes. Tienen los muebles aire de soñar;...

  • Me parece a veces que mi sangre corre a raudales,
    Cual una fuente con rítmicos sollozos.
    La escucho bien que corre con un prolongado murmullo,
    Pero, me palpo en vano para encontrar la herida.

    A través de la ciudad, como en un campo cercado,
    Se marcha, transformando los adoquines en islotes,
    Saciando la sed de cada criatura,
    Y en todas partes colorando...

  • Cuando Natura en su inspiración pujante
    Concebía cada día hijos monstruosos,
    Me hubiera placido vivir cerca de una joven giganta,
    Como a los pies de una reina un gato voluptuoso.

    Me hubiera agradado ver su cuerpo florecer con su alma
    Y crecer libremente en sus terribles juegos;
    Adivinar si su corazón cobija una sombría llama
    En las húmedas brumas que...

  • Agobia el Sol a la ciudad con su luz recta y terrible; la arena resplandece y el mar espejea. Cobardemente se rinde el mundo estupefacto y duerme la siesta, siesta que es una especie de muerte sabrosa en que el dormido, despierto a medias, saborea los placeres de su aniquilamiento.

    Sin embargo, Dorotea, fuerte y altiva como el Sol, avanza por la calle desierta, único ser vivo a esta...