• Una flor por el suelo,
    un cielo de hojas empapado en lloro
    y encima de ese cielo, el otro cielo
    lleno de luna y de brillantes y oro...
    Un arroyo que el aura acariciaba;
    un banco... sobre el banco
    así, como quien flota, se sentaba;
    y vestida de blanco,
    bella como un arcángel, me esperaba.
    Aún flotan en mis noches de desvelo
    con la luz...